Consejos al nuevo propietario

Como se menciona en el apartado «El Dálmata- Estándar de la raza», es importante conocer cómo deber ser un Dálmata y qué debemos tener en cuenta antes de adquirir uno. Una buena elección y concienciación por parte de los nuevos dueños es básica para el correcto desarrollo y el futuro del cachorro y también para la evolución y futuro de la raza.

 

Aquí van algunos consejos y precauciones a considerar para el correcto cuidado de nuestro perro.

Por partes:

Un factor importante que afectará en la correcta evolución del perro es la comida. Una buena dieta es un factor clave para el buen funcionamiento y desarrollo del organismo. En el caso del Dálmata, siempre deben suministrarse dietas libres de purinas (carnes rojas, carne de res o pescado azul); el pollo, cordero, el pavo y parecidas, son carnes muy correctas para esta raza. También pueden ser alimentados con base proteica de pescado, pero este siempre debe ser pescado blanco, nunca pescado azul o marisco, pues son alimentos altos en purinas. Como se explica en el apartado «Patologías genéticas» y «LUA’s», los Dálmatas excretan ácido úrico como sustancia de deshecho del metabolismo nitrogenado- al contrario de las demás razas que excretan urea- por ello, son propensos a sufrir cálculos urinarios o cristaluria. Siempre es bueno que el pienso no contenga base de cereales, como mucho arroz; pues estos no aportan demasiado valor a la dieta, suelen hinchar, y pueden favorecer el desarrollo de problemas relacionados a alergias alimentarias. La obtención de hidratos a base de patata o boniato es una muy buena opción.

Hay que vigilar con las alergias, tanto a insectos o plantas como a las alimentarias. Hay sustancias venenosas para nuestro amigo y muy perjudiciales como son el caso de madreselvas, azaleas en el caso de plantas y alimentos como el chocolate, el aguacate o el ajo.
La falta de Cobre o Zinc en la dieta, debido a una mala alimentación o al uso de un pienso de baja calidad, debilita el pelo del animal y favorece su caída. Se puede observar en casos de alergia, desde falta de pelo o prurito hasta hinchazón de la cabeza del animal.
La alergia alimentaria tiene una afectación menor a la atopia ambiental, pero ambas producen síntomas similares.

La ingesta de abundante agua es importante para mantener la alcalinidad en la dieta del Dálmata, que favorecerá la no aparición de urolitos o cristales de cualquier tipo (estruvitas, uratos, etc.).

Otro aspecto importante en la salud y cuidado del Dálmata es la higiene.
Los Dálmatas son perros muy limpios y que huelen muy poco, no es necesario un aseo y lavado continuo; los baños no son tan necesarios como en otras razas.  Un buen mantenimiento del pelaje, con cepillado regular y baños cada 2-3 meses mantendrán saludable el pelaje de nuestro Dálmata. Si humedecemos continuamente y eliminamos la capa de ácidos grasos de la piel de nuestro perro, este será más propenso al ataque de ácaros y hongos.
Ambos pueden aparecer y combinarse, el primero debilitando el pelaje y comiéndoselo y el segundo atacando a la piel. El resultado final son manchas rosáceas que finalmente concluyen con unas calvas que van aumentando de tamaño conforme el animal se las lame. Deben ser tratadas con Iodo, vitaminas y Zinc y con productos específicos recetados por su veterinario en los casos más extremos.
El Dally Rash, proceso inflamatorio que también cursa estos síntomas, puede aparecer por cualquier reacción alérgica, exceso de exposición a humedad o por factores estresantes.

Hay que vigilar el estado y salud del oído, nunca limpiar con agua o introduciendo bastoncillos u otros utensilios; hay especies de ácaros y bacterias que se alojan exclusivamente en el oído de nuestro perro, por lo que lo más conveniente es el uso de limpiadores óticos en forma de gotas que se pueden adquirir en el centro veterinario, donde se explicará como aplicarlas.

Además hay que tener especial cuidado con las vacunaciones y el uso de antiparasitarios externos e internos, sobre todo si viajamos a zonas donde se encuentre alguna enfermedad endémica como Lehismaniosis y Filariosis, cada vez más extendidas en nuestro país y que se pueden prevenir con el uso de pipetas y/o collares. La vacunación contra estas enfermedades también puede contribuir a una prevención adecuada, aunque no excluye de infectarse. Los antiparasitarios, debidamente administrados cada 3 meses, evitarán que nuestros Dálmatas puedan sufrir la infestación de parásitos internos en su sistema digestivo.