Camada B, de imprevisto!

Sí, así es! Musa no tenía que salir de cuentas hasta el viernes 10/sábado 11 de julio, pero este lunes de madrugada se puso de parto inesperadamente! No lo esperábamos para nada pues los indicadores de descenso de temperatura corporal no habían sido tan claros, y tampoco pensábamos que pariría durante el día debido al calor, pero todo fue precisamente al revés! Musa empezó a parir de madrugada y durante 9 horas hasta las 17h del lunes día 6 de julio, sin previo aviso y empezando completamente sola en pleno salón, en su cama.

Cuando me desperté, lo hice por el gritito de uno de los cachorros que saludaba a la vida. Di un salto y por un momento no pude creer que estuviera sucediendo pero sí. Musa se había avanzado 4/5 días y la camada B estaba aquí. En seguida fui para allá y lo primero que vi fueron tres cachorritos, dos de ellos dando tumbos y siendo acicalados por su mami y por su padre Dom, que por cierto es un padrazo. Vi que había una hembra, negra, y un macho aparentemente hígado, y cuando me dirigí al tercero me llevé uno de esos jarros de agua fría que te dejan helado; el tercer cachorro, un macho negro bastante grande, estaba muerto. Parece ser que ya venía muerto en el canal del parto, y Musa lo expulsó ya sin vida.
Devastada, empecé a movilizarlo todo para llevar a Musa y a los dos cachorros vivos a la paridera e instalarnos allí.

Poco después llegó el cuarto (tercer) cachorro, un macho negro seguido de una hembra hígado que venía un poquito ahogada, pero con un poco de ayuda y reanimación enseguida se puso en marcha. Musa parecía estar en shock, empujaba poco tras las contracciones, pero no perdía un buen ritmo y no se le veía mal. Después de la hembrilla rosa (le tocó ese color) llegó otro macho grandote hígado y la cabo de poco otro más.

Después de una pausa de más o menos 40 minutos, una horita, Musa empezó de nuevo a tener contracciones, y poco después llegó una hembra negra, y a los 30 minutos otra más. Parecían estar bien, aunque venían sin placenta y afortunadamente de cabeza, por lo que pude ayudarles bastante a salir. Musa estaba realmente agotada.

Y llegó otra mala noticia. De pronto vi que Musa volvía a tener contracciones, muy espaciadas y rápidas, y un cachorro se asomaba por el canal de parto, con esfuerzo pude ver dos patitas asomando, sin placenta, así que venía de culo, pero todo estaba siendo demasiado lento y no notaba que el cachorro se moviera. Y Musa dejó de empujar. Sin poder hacer absolutamente nada, el cachorro subió de nuevo al canal, sabiendo que si no salía pronto ya sería demasiado tarde para él. Y así fue. Desgraciadamente tras 2o minutos y una buena contracción, Musa expulsó una cachorrita negra ahogada. Hicimos todo lo que pudimos y supimos durante más de media hora, pero claramente era tarde.

No podéis imaginar la impotencia que se siente cuando ocurren estas cosas. Así que despedimos a otro cachorrito que no salió con vida, como posiblemente ocurrió con el machito por la mañana. Fue otro golpe, pero siempre pensando en que el resto y Musa estaban bien podíamos encontrar consuelo. Y ahí quedaba al menos otro más.

En un último impulso, Musa trajo a un último cachorro, esta vez con placenta y de cabeza, que debido a la prolongación del parto de la cachorra muerta, venía ahogado, y no respiraba. Mi amiga Anaïs y yo no paramos ni un solo segundo en más de media hora de reanimación. Ya como compromiso personal y luchando por la vida del pequeño, conseguimos ver de golpe una respiración entrecortada, y poco después volvió del más allá! Nos costó un ratito traerlo de vuelta completamente, pero volvió y al rato estaba ya entre sus 9 hermanos.

Agotadas las 3, dimos por finalizado un parto que creo siempre recordaremos. Agridulce, largo, pero finalmente exitoso para la mami y los 10 cachorros que comían perfectamente y empezaban a vivir. En resumen: 10 cachorros, 5 machos (1 negro y 4 hígado) y 5 hembras (3 negras y 2 hígado- 1 con parche) se sumaban a la familia Pawppaloosa.

Ahora, ya más descansados, toca disfrutar y ver crecer a nuestros bebés 🙂