Y así, acabando de celebrar las fiestas de Navidad, Fin de Año y Reyes, dimos paso y centramos toda nuestra atención en Musa, que a día 6 de enero ya se encontraba muy incómoda, con la temperatura corporal muy baja (36,15º) y con todos los indicadores que señalaban que los cachorros no tardarían en llegar. Y no nos equivocábamos.
El domingo día 8 de enero amanecimos pronto, Musa rompió aguas a las 5:00h y las contracciones empezaron a las 5:30h, ya ubicados en la paridera. Tras un rato de empujones y nervios, a las 6:15h asomaba el primer cachorro, al que 10 minutos más tarde trajimos al mundo gracias a una dosis de oxitocina y la ayuda que le dimos a Musa para poder parir a un enorme cachorro macho de 460 gramos de peso, el mayor cachorro recién nacido que he visto. Casi medio kg de bebé! Musa sufrió una pequeña herida derivada del esfuerzo y del tamaño del cachorro, pero a pesar de ello, todo parecía estar en orden; el cachorro salió arrastrándose y comiendo con decisión.
Al rato, Musa se puso a descansar y durmió por un buen rato; lo que nos extrañó bastante por estar al inicio del parto… siendo conscientes de que había pocos cachorros, no nos alarmamos. Y así fue pasando la mañana y nos encontramos a dos y tres horas del nacimiento del primer cachorro, habiendo salido varias veces a pasear, dando el desayuno…y nuestra compañera seguía durmiendo sin ningún tipo de incomodidad ni señal de actividad de parto, ni contracciones, ni temblores; absolutamente nada.
Es por ello que casi a las 4 horas de haber traído al mundo a nuestro Mr Blue, el primer y único cachorro hasta el momento, y cumpliendo el protocolo que se estipula para ello, nos desplazamos a nuestro centro veterinario de urgencias para asegurarnos de que todo iba bien. Hicimos una ecografía rápida y comprobamos que los 3 cachorros que quedaban dentro estaban bien, sus corazones latían y todo se veía dentro de la normalidad, no había sufrimiento fetal.
Habiendo descartado cualquier tipo de anomalía, decidimos administrar una segunda dosis de oxitocina y quedarnos en la clínica para ver cómo progresaba la situación. Resultado: ninguno. Musa y el cachorro permanecían en la cama del centro, envueltos en la manta y a pesar de salir a la calle varias veces, no parecía estar funcionando.
A los 40 minutos y como último recurso, volvimos administramos una tercera dosis de oxitocina y cruzamos los dedos para que surtiera algún efecto, pero adivináis qué? Nada.
Por esta razón, y muy a nuestro pesar, fue que a las 7 horas desde el nacimiento del primer cachorro decidimos llamar al cirujano para realizar una cesárea. Musa estaba bien (demasiado bien) y los cachorros también, pero cuantas más horas pasaban más riesgos conllevaba y no quisimos poner en peligro a nadie. Prevenir antes que curar.
Así que a las 13:30h nacieron, seguidos, los 3 cachorros restantes, todos de buen tamaño, sanos y activos. La intervención se dio sin irregularidades ni contratiempos. Nuestra mami despertó de la anestesia sin complicaciones, con 4 bolitas rechonchas a su lado y una buena cicatriz, eso sí.
Y de esta forma volvimos a casa: con nuestra perrita sana y salva y con sus 4 bebés, todos machos (dos negros y dos marrones- sin parches), en perfectas condiciones. Final feliz.
Los primeros días todo se desarrolló según lo previsto. Mami se fue recuperando progresivamente, tomando el antibiótico y recibiendo sus curas; y los cachorros, qué decir, comiendo muchísimo, durmiendo sin hacer apenas ruido y dando poco trabajo, honestamente, todo muy sencillo y agradecido.
Ahora, cumpliendo una semana de vida, presentamos a nuestros 4 Fántasticos, que ya alcanzan el kilo de peso, con trufas bien pigmentadas y que empiezan a dejar entrever algunas manchitas. Todos nuestros superhéroes tienen familia y siguen sin dar guerra, al contrario, dando mucha paz. La próxima semana realizaremos la toma de muestras y enviaremos los test HUU a laboratorio, para saber cuál de ellos es LUA (dedos cruzados).
Bienvenida camada D, os habéis hecho de rogar pero estamos felices de teneros aquí por fin; el resultado de dos años de planificación, una inseminación artificial intrauterina con semen congelado, dos ecos, una radio, una cesárea… y por supuesto mucho amor y mimos. Feliz de tener a 4 machos tan fuertes y grandes (yo personalmente, que iba en busca de ello desde hacía tanto tiempo) 🙂
A disfrutar!